domingo, 5 de diciembre de 2010

Las autoridades educativas pertinentes, los organismos internacionales de ayuda, los nacionales, los grupos de presión de indistanta naturaleza. Todos, deberían replantearse, interior y exteriormente, una nueva ética acorde con los tiempos que corren. En vez de esa necesidad tan grande que tienen los medios de comunicación en que la televisión, y su mensaje, lleguen a cualquier parte del mundo, sin importar mucho si el contenido es o no adecuado, más bien, deberían tratar de hacer llegar las nuevas tecnologías a todos estos lugares, y así favorecer la educación, guiandola desde un punto común.
Si las nuevas tecnologías rompen las barreras que siempre han existido, no parece una locura imaginar que se podría ahorrar en gastos y llegar a sitios en los que, tradicionalmente, la cultura, la información, la formación,etc. ha brillado por su ausencia y ahora, hoy día, parece el momento apropiado para que sea extendida la formación y el desarrollo de las personas de cualquier parte del mundo.
Y no sólo adjuntarlos como posibles consumidores del futuro. Y más sin que obtengan una formación, o una posibilidad de formación adecuada.

Ángel García

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